Se impone descifrar los elementos que convierten «Luna nueva» en un fenómeno planetario
Si eliminamos el componente sociológico (repito, lo importante), ¿cuánto vale la película de Weitz? Muy poco: un culebrón mediocre plagado de amores góticos, frases imposibles, cámaras lentas, poses suicidas y un final ultraconservador. Por tanto, se impone descifrar los elementos que convierten a «Luna nueva» en un fenómeno planetario. Meyer actualiza el romanticismo decimonónico (la referencia, «Cumbres borrascosas»); lo mezcla con dos o tres arquetipos (el vampiro, el príncipe azul y el metrosexual), y le da una pátina religiosa (de semejante pasión, ¿no debería salir un ratillo de sexo, amigos?). Con ese entusiasmo del que expande su franquicia, la autora ha entregado a la editorial un libro tras otro. Y ahí está su público, dispuesto a seguir consumiendo los vaivenes en la relación de Bella y Edward. Sólo una duda: ¿está Stephanie Meyer en deuda con Robert Pattinson o viceversa? Un actor limitado (recuerda a Luke Perry) se topa con su personaje definitivo y no necesita nada más. ¿Su futuro? Tener mala suerte y acabar como David Hasselhoff, regurgitando hamburguesas en un suelo de Las Vegas; o tener buena suerte y acabar como Adam West, autoparodiándose en «Padre de familia».
Como es común cualquier persona se pone a criticar a los protagonistas de la saga o incluso a la propia autora, en verdad en que les afecta a los demás!!!!! Creo que nosotr@s decidimos que es bueno y no, para mi La Saga de Crepúsculo es lo mejor y punto♥
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