Primero fueron novelas, después película y ahora el motivo de vida de todo un pueblo.
Hasta el estreno de Crepúsculo, menos de 20 mil turistas habían visitado el pueblo de Forks, al oeste de Seattle. De 2007 a 2008, el turismo se incrementó un 20 por ciento, y después del lanzamiento de la película, las visitas rompieron todos los records. En lo que va de este año, ya pasaron 64 mil adolescentes. Con el impulso del reciente estreno de Luna Nueva, se espera otra inyección turística.
Tan sedientos como los fans están los miembros de la Cámara de Turismo de Forks, que han creado un circuito especial con los puntos de interés de la novela Crepúsculo, que junto con la palabra “vampiro” deben ser las más populares de los letreros.
Los recuerdos y todo tipo de chucherías se venden a los cinéfilos turistas: la foto en el bosque penumbroso, el buzo con la leyenda “Forks muerde”, dientes de vampiro, hebillas con la cara de Eduard, postales rojo sangre donde se lee la frase del libro: “y es así como el león se enamoró de la oveja” entre otros. El llaverito con el tenedor es historia (Fork significa tenedor en ingles) y fue adaptado al concepto vampiros.
gracias a 24Con
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