Nos gusten o no, los vampiros están de moda y las editoriales lo saben. El éxito de la Saga Crepúsculo (Alfaguara) en los últimos años es una prueba de ello y quizá el mejor ejemplo de cómo estos seres inmortales están más que nunca en boca de los más jóvenes.
Pero sin embargo, los vampiros no son una novedad. El mito, aunque es originario de la antigüedad, lleva cuatro siglos prácticamente como lo conocemos hoy en día en occidente, tiempo suficiente para que la literatura haya forjado la imagen de seres de poder inimaginable, esquivos de la muerte, que viven escondidos de la luz del sol en sus ataúdes y salen por la noche en busca de la sangre que les mantiene vivos.
Resulta curioso que durante años estos seres diabólicos fueron considerados totalmente reales, lo que propició que se cultivaran distintas formas de encontrarlos y destruirlos. ¿No nos suenan a todos aquello de clavar una estaca en el corazón, mostrarles un crucifijo o acercarles cabezas de ajo? Todas ellas son formas de acabar con un vampiro según la tradición, que se ha mantenido con vida o mejor dicho, conocida, gracias sin lugar a dudas del libro más representativo de estas criaturas, Drácula.
Bram Stoker nos presenta en esta intrigante novela de terror al espeluznante conde Drácula, un siniestro personaje capaz de transformarse en animal, sin reflejo ni sombra (símbolo de la ausencia de alma), que hará de la visita de Jonathan Harker, abogado británico que viaja a Transilvania para vender unas propiedades al conde, un verdadero infierno. Pero no sólo tenemos por qué contentarnos con el libro, ya que Drácula además de traspasar fronteras, ha traspasado el papel para convertirse en innumerables adaptaciones cinematográficas, series de televisión, dibujos animados o incluso cómics.
Pero si bien ha sido el protagonista de la obra de Stoker la imagen más generalizada de los vampiros, ochenta años antes John William Polidori el relato titulado como El Vampiro, donde la imagen de estos seres impactó a la sociedad de la época convirtiéndose en populares aristocráticos, seductores y caballerosos personajes que acecharán a sus víctimas de forma sutil, de una forma más parecida a como podemos encontrar a los vampiros en las novelas de ficción actuales para jóvenes.
Después de Polidori y Bram Stoker, la última profunda transformación del mito se produjo a finales del siglo XX de la mano de Anne Rice, quien muchos conocerán por la publicación de la serie Crónicas Vampíricas, que recientemente se vio ampliada en otro volumen más con la salida a la venta de Cántico de sangre (Ediciones B) en el año 2003.
Con estas crónicas, el mito resucitó una vez más en los Estados Unidos devolviéndonos el vampiro romántico, que ama y sufre (pese a su indestructibilidad, claro está); consiguiendo mies y miles de fans alrededor de todo el mundo.
Con estas crónicas, el mito resucitó una vez más en los Estados Unidos devolviéndonos el vampiro romántico, que ama y sufre (pese a su indestructibilidad, claro está); consiguiendo mies y miles de fans alrededor de todo el mundo.
Por último llegamos al que ha sido el fenómeno editorial (con permiso de Harry Potter) de los últimos años, y es que Stephanie Meyer ha hecho llegar el mito a los más jóvenes con la publicación de Crepúsculo y sus secuelas, en las que vuelve a recurrir a los vampiros, pero transformando la versión tradicional hasta acercar estos seres inmortales a las personas normales, llegando a compartir el amor, el deseo, la pasión y por qué no, hasta el pupitre de clase. Y es que la revisión de Meyer deja de lado las cabezas de ajos, crucifijos y la tradicional parafernalia vampírica convirtiéndola en simples creencias populares para mostrarnos su versión de los vampiros, respetando eso si su esencia más intrínseca, su pasión por la sangre humana, a la que incluso se intentan resistir.
Pero lo cierto es que, sea cual sea la versión que escojamos, en todos los libros de vampiros compartiremos la intriga, el terror y el misterio que envuelven a estos personajes que, no mejor dicho, están más vivos que nunca. Eso las editoriales lo saben mejor que nadie y no es nada difícil encontrar en las librerías los más variados libros sobre vampiros, unas criaturas que perdurarán para siempre en la literatura.
Gracias a TheVampireClub
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