Mira que este chico es guapo ¿eh? Porque Cam Gigandet es guapo de narices. Y cuando aparece con sus aires motoristas, su barbita de tres días y su pelo castaño uno no sabe si se ha caído del cielo o de alguna película con Christina Aguilera (o ambas cosas, porque no) pero ahora sí, que si decide teñirse de rubio a lo Perez Hilton (porque no me negaréis que con ese tono de pelo se da un aire a él que es de todo menos agradable), yo es verle y se me baja el ánimo, la líbido, las ganas y todo lo que se me pueda haber subido al verle anteriormente. Si es que a todo el mundo no le sienta bien el rubio, que os lo tengo dicho…
Y sinceramente no creo que él esté a gusto con su nuevo cambio de look, que la gente cada vez que le ve aparecer con semejantes pintas se les queda la misma cara que si hubieran visto al Yeti y al monstruo del Lago Ness en tándem por la calle comiendo helado de avellanas. La misma. De hecho, cuando decidió presentar al mundo su nuevo look que fue el pasado sábado en San Franciso para promocionar su nueva película llamada Priest, la gente se pensaba que era así como de broma todo. Y nada, nada, de broma nada que he visto a chonis de mi barrio menos rubias que Cam Gigandet.
Espero querido que todo sea parte de una broma que te han gastado y que no tenga nada que ver con el look que quieres para el resto de tu vida porque si no, aquí tienes un adepto menos a la Camgigandetología, desde luego.
Via DiarioTwilight
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