Película con cáncer = película lacrimógena y manipuladora. O al menos eso es lo que muchos piensan cuando se les plantea la posibilidad de ver un largometraje en el que al protagonista principal se le diagnostica una enfermedad que podría ser terminal.
Pero 50/50, inspirada en la historia real de su guionista, Will Reiser, quien a los 25 años tuvo que someterse a quimioterapia debido a un cáncer, logra hacer de un relato dramático una experiencia amena, emotiva, divertida y, sí, en ocasiones lacrimógena, pero en ningún momento manipuladora o folletinesca.
Adam (excelente Joseph Gordon-Levitt) es un joven feliz con su trabajo en una emisora de radio. Tiene una novia, Rachael (Bryce Dallas Howard, en un personaje desagradecido), con la que mantiene una relación tan fría como innecesaria. Y tiene un mejor amigo, Kyle (Seth Rogen, quien conoció a Reiser durante su labor de productores en el programa de televisión Da Ali G Show), quien es su mano derecha.
Un día, su doctor le informa que tiene cáncer. A su temprana edad, eso resulta un golpe emocional drástico. Las reacciones de aquellos que lo rodean no se hacen esperar, y son de lo más diversas.
Durante su tratamiento conocerá a otros pacientes, como Mitch y Allan (extraordinarios Matt Frewer y Philip Baker Hall, respectivamente) así como una psicóloga, Katherine (la siempre maravillosa Anna Kendrick), que tratará de ayudarlo a lidiar con la enfermedad.
Salvo por una escena en la que emergen problemáticos tonos misóginos (sin desvelar mucho, tiene que ver con una inmadura y ofensiva acción de Rachael, ante la que reaccionan con especial virulencia Adam y, especialmente, Kyle), 50/50 acierta de forma exquisita en cada uno de sus intentos de afrontar una situación dramática con tonos de comedia.
Hay secuencias memorables, como la visita al hogar de Mitch, y de intensa emotividad, como la relación naciente y palpitante entre Adam y Katherine; hay momentos hilarantes, como el día de juerga nocturna de aquel y Kyle con un par de chicas; y hay personajes secundarios tan extraordinarios como los principales, caso los padres de Adam, interpretados con sobriedad por Serge Houde y Anjelica Huston (cuando esta le confiesa a Gordon-Levitt que asiste a sesiones de familiares con enfermos de cáncer, el dolor de la distante relación entre ambos alcanza la platea de modo instantáneo).
50/50, clasificada PG-13, es una oportunidad única de adentrarse en una situación vital, por desgracia común, desde una perspectiva respetuosa, conmovedora y realista.
Via DiarioTwilight
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