La bella rebelde de Hollywood
Kristen Stewart no quiere ser empaquetada, quiere vivir. A los 22 años
la actriz brilla en la gran pantalla en Snow White and the Huntsman -
con la adaptación de On the Road de Jack Kerouac estrenándose pronto y
el final de Twilight en el horizonte - Ingrid Sischy se entera del
primer encuentro explosivo de Stewart con su co-estrella de la Saga
Twilight Robert Pattinson. Su pasión por la biblia beat de Kerouac, y su
definición del verdadero poder femenino.
Traducción de Parte del articulo de la entrevista
"Me han criticado mucho por no lucir perfecta en cada fotografía," Kristen Stewart le dice a la editora - escritora de la revista Vanity Fair Ingrid Sischy en la portada de julio. "Conseguí
algo de mierda en serio por ello. No me avergüenzo de ello. Estoy
orgullosa de ello. Si me tomo fotografías perfectas todo el tiempo, la
gente que está de pie conmigo en una habitación, o en la alfombra roja,
pensarían: ¡Qué actriz! ¡Qué farsa! Ese pensamiento me avergüenza tanto
que me veo como una mierda en la mitad de mis fotos, y no me importa una
mierda. Lo que me importa es que la gente en la sala salga y diga:
Estuvo genial. Tuvo un buen momento. Fue honesta. No me preocupo de los
voraces comedores de mierda hambrientos que quieren convertir la verdad
en mierda. No es que puedas decir eso en Vanity Fair! "
Además de luchar contra la renuencia personal, Stewart también lucha con las nociones preconcebidas del público acerca de su personalidad. "La gente ha decidido cómo van a percibirla", Robert Pattinson dice a VF de Stewart. "No importa cuántas veces sonría, la pondrán en la única foto donde no está sonriendo."
Además de luchar contra la renuencia personal, Stewart también lucha con las nociones preconcebidas del público acerca de su personalidad. "La gente ha decidido cómo van a percibirla", Robert Pattinson dice a VF de Stewart. "No importa cuántas veces sonría, la pondrán en la única foto donde no está sonriendo."
Pero a pesar de todos esos críticos hojeando en su nariz demandando perfección, luce perfecta en las fotografías de la Vanity Fair
de Julio, en la cual posa a través de Paris en costura de primavera
para el fotógrafo Mario Testino. En alguna de las fotografías más
glamurosas, Stewart lleva alta costura en el ballet, posando con el
bailarín Jérémie Bélingard en un corsé sin pantalones de Jean Gaultier y
goteando en diamantes y esmeraldas de Fabergé, en la foto de la
derecha. De su estilo personal, nos contó que está amando lo que está
llevando “alguna mierda genial” de los diseñadores más respetados y de
vanguardia del mundo, aunque no estuvo siempre en sintonía con el poder
de la moda. “Mira una foto mía antes de los 15. Soy
un chico. Llevaba la ropa de mi hermano, amigo! No es como que me
importara mucho, pero recuerdo que se burlaban de ello porque no llevaba
pantalones vaqueros Juicy. Ni siquiera pensé en ello. Llevaba mi ropa
de gimnasia. Pero no es como que no me importaba que se burlaran de mi.
Realmente me molestaba. Recuerdo a esta chica en sexto grado mirándome
en el gimnasio y estaba como, ‘Oh my God! Eso es asqueroso—no te
depilaste las piernas!”
Ahora pasado el sitio inicial de sus críticos en su dura infancia,
Stewart se ha convertido en una adulta irónica y a gusto, y Sischy la
coge en un estado de ánimo para modestas aventuras — como cuando llevó a
la actriz a un lugar tranquilo, en una mesa alejada y escondida en la
parte de atrás de una marisquería de París, donde le ofrecieron
caracoles, un plato que Stewart no había probado nunca. Después de una
mirada cautelosa, los prueba—lavándolos con vino blanco y pan—y dice con
una sonrisa, “Bastante buenos. Sin embargo no quiero comer un plato lleno de ellos.”
De su vida como gran estrella, reflexiona sobre el momento cuando se dio cuenta de que Twilight había cambiado su vida. “Puedes
poner mi nombre en Google y una de las primeras cosas que aprecen son
unas imágenes mías sentadas en mi porche fumando una pipa con mi
ex-novio y mi perro. Fue [tomada] el día que salió la película. No era
nadie. Era una niña. Acababa de cumplir los 18. En [los tabloides] los
siguientes días era como si fuera una delincuente idiota, mientras que
era un una especie de bicho raro, criada como una chica del Valley que
fumaba marihuana. Gran cosa. Pero eso cambió mi vida diaria al instante.
No salí en pijama nunca más.” Por su parte, la
autora Sischy ve “algo tan entrañable, tan humano, sobre la combinación
[de Stewart] de valentía, bondad, auto-preservación, auto-afirmación, y
fuerzas renovadas para encontrar sus esperanzas. Por supuesto, su
idealismo y contarnos como ve eso —los voraces, comedores de mierda
hambrientos sed malditos! – podría ser simplemente producto de su
juventud. Podría crecer siendo otra narcisista, pero mi sensación es que
este no es el caso”
Y al final. “Bastante bueno.” declaró. “Sin embargo no quiero comer un plato lleno de ellos.”
Me reí. A lo largo de nuestras conversaciones para este artículo, había
algo tan entrañable, tan humano, sobre su combinación de valentía,
bondad, auto-preservación, auto-afirmación, y fuerzas renovadas para
encontrar sus esperanzas. Por supuesto, su idealismo y contarnos como ve
eso —los voraces, comedores de mierda hambrientos malditos! – podría
ser simplemente producto de su juventud. Podría crecer siendo otra
narcisista, pero mi sensación es que este no es el caso.”
Sobre ser regañada por sus travesuras fuera de pantalla con Robert Pattinson:
“Rob y yo nos metimos en un montón de problemas. Recibíamos notas del
studio. Querían que sonriera todo el tiempo. Querían que Rob no fuera
tan melancólico. Estábamos como, ‘No! Necesitas meditar tú.’”
Sobre el fandom que existe a su alrededor allá donde va:
“No son los fans los que dan miedo. Cada uno de ellos es diferente.
Pero grandes grupos de gente sí que dan miedo — no hay una persona ahí."
Robert Pattinson sobre la pasión de Stewart por la moda:
“Nunca vi venir eso.”
“La percepción que se tiene sobre ella es que es ‘extraña’,” admite
Rob. “Pero es divertido conocerla. Es absolutamente lo opuesto a lo que
la gente cree. Es increíblemente segura.”
Entrevista Completa
No hay suficientes de ese tipo de locos en estos días. No en la pantalla, el escenario, la página, o las paredes de la galería. En su lugar, ver la inclinación hacia la fama, el dinero y el poder, la capitulación ante el estado. Así que rara vez presenciamos a un joven artista, cantante, o actor que quiere quemar, quemar, quemar, que va a establecer un camino que va a inspirar a futuras generaciones, pero que está dispuesto a sufrir la barra que te viene a decir que no a las cosas como son.
Pero esto no es un grito para los viejos tiempos; no había tales cosas de todos modos. Es un llamado a recordar lo que importa. Afortunadamente, cada nueva generación todavía tiene unos cuantos inadaptados que han jurado su propia declaración de independencia. Una de ellas es Kristen Stewart, la actriz implacable de 22 años, más conocida por decenas de millones de fans como Bella Swan, la excéntrica heroína de la Saga Twilight. Sin embargo Stewart se arraigará a sí misma aún más en profundidad en la conciencia del público en 2012 cuando aparezca en un trip de películas, comenzando este mes con Snow White and the Huntsman (la segunda película de este antiguo cuento de hadas en Hollywood este año) y continuando con una adaptación de la Biblia inconformista, On the Road. Encabezando a todos ellos, al menos en taquilla, estará el gran final de Twilight, Breaking Dawn Parte 2, este mes de Noviembre.
En el camino Stewart ha conseguido una mala reputación por hacer las
vidas de los presentadores de los programas de televisión, fotógrafos de
alfombra roja y entrevistadores un infierno, porque no puede, o no
acostumbra, a jugar al típico juego de estrella de cine. “Kristen no sabe como estar en un concurso de de popularidad,”
dice Sean Penn, quien en 2006 dirigió a la entonces actriz de 16 años
en Into the Wild. Penn no tiene nada más que elogios para Kristen, cuya
breve actuación en su película es inolvidable; él compara trabajar con
ella con tener un día perfecto – cielo azul, océano azul – ir hacia la
puerta. Y cuando llegó el días de dar a conocer la valerosa y hermosa
película – una desgarradora adaptación del libro no ficticio del mismo
título de Jon Krakauer, sobre la condenada búsqueda alternativa al
comercio y la corrupción moderna de un joven – Stewart hizo todo lo
posible para reunir y ayudar con una imagen cómplice. Pero, como explica
Penn, “Puedes ver a Kristen generosamente intentando entrar en el
concurso de popularidad cuando una película está siendo publicitada.
Ella intentará subir a bordo, pero su lenguaje corporal tiene una
dinámica completamente diferente.” En otras palabras, ella no está a punto de conseguir el premio a la Vendedora del Año en un tiempo próximo.
Stewart no es ciertamente la primera artista en estar en desacuerdo con
el espectáculo paralelo que viene con el éxito en Hollywood, pero
definitivamente tiene el más mínimo miedo a ser la joven mujer
superestrella al ser tan abiertamente crítica con el sistema. Desde los
albores del cine, siempre ha habido una presión en las estrellas del
cine para proyectar la imagen correcta, especialmente las mujeres, pero
las demandas han sido más intensas durante los últimos 25 años, hasta el
punto de verse bien en las premieres y entregas de premios se ha
convertido casi en un trabajo a tiempo completo, con las artistas siendo
a menudo meros maniquíes donde colocar varios productos. Y tristemente,
los actores y músicos a menudo suelen ir junto a él, contra sus propios
instintos, por temor a las represalias de los medios de comunicación,
como el aterrizar en la temida lista de las peor vestidas. Dios no lo
quiera. No Stewart, quien se ha acostumbrado a su reputación como
gruñona que incluso se ríe de ello. Dice, “Mi padre será como ‘Oh, podrías haber sonreído un poco más.’”
No hay suficientes de ese tipo de locos en estos días. No en la pantalla, el escenario, la página, o las paredes de la galería. En su lugar, ver la inclinación hacia la fama, el dinero y el poder, la capitulación ante el estado. Así que rara vez presenciamos a un joven artista, cantante, o actor que quiere quemar, quemar, quemar, que va a establecer un camino que va a inspirar a futuras generaciones, pero que está dispuesto a sufrir la barra que te viene a decir que no a las cosas como son.
Pero esto no es un grito para los viejos tiempos; no había tales cosas de todos modos. Es un llamado a recordar lo que importa. Afortunadamente, cada nueva generación todavía tiene unos cuantos inadaptados que han jurado su propia declaración de independencia. Una de ellas es Kristen Stewart, la actriz implacable de 22 años, más conocida por decenas de millones de fans como Bella Swan, la excéntrica heroína de la Saga Twilight. Sin embargo Stewart se arraigará a sí misma aún más en profundidad en la conciencia del público en 2012 cuando aparezca en un trip de películas, comenzando este mes con Snow White and the Huntsman (la segunda película de este antiguo cuento de hadas en Hollywood este año) y continuando con una adaptación de la Biblia inconformista, On the Road. Encabezando a todos ellos, al menos en taquilla, estará el gran final de Twilight, Breaking Dawn Parte 2, este mes de Noviembre.
Ni si quiera eso podría ayudar. “La gente ha decidido como van ha percibirla,” dice Robert Pattinson, su Romeo de labios rojos en las películas de Twilight. “No importa cuántas veces sonría, ellos pondrán la foto en la que no está sonriendo”
Es cierto, sin embargo, que a pesar de su deslumbrante apariencia, no
es un rayo de sol en la alfombra roja. Piensa en las tormentas de
truenos y relámpagos. “He sido criticada mucho por no lucir perfecta en cada fotografía,” dice ella. “He
conseguido seriamente mierda por eso. Estoy orgullosa de ello. Si
tomara fotos perfectas todo el tiempo, la gente que estuviese en la
habitación conmigo, o en la alfombra, pensarían, ¡Qué actriz! ¡Qué
farsante! Ese pensamiento me avergüenza tanto que luzco en la mitad de
las fotos como una mierda, y me importa un carajo. Lo que me importa es
que la gente en la sala salga y diga, ‘Ella estuvo genial. Tuvo un buen
momento. Fue honesta.’ No me importa el hambre voraz de los comedores de
mierda que quieren convertir la verdad en mierda. No es que puedas
decir eso en Vanity Fair!”
Por todo ese malestar en la alfombra roja y en photoshoots, ha aprendido a amar la gran moda – “Nunca vi venir eso,” dice Pattinson – especialmente cuando los diseños representan una verdadera expresión creativa, o son, en sus términos, “algo genial de mierda”.
Si lo lleva, puedes saber que le encanta. Así que no me sorprendió
cuando me enteré de que se había convertido en el nuevo rostro de la
próxima fragancia de Balenciaga. De hecho, nos sentamos a hablar para
este artícula poco antes de irse al desfile de moda de la temporada de
Otoño 2012 de Balenciaga, este pasado Marzo, en Paris (Nos conocimos por
primera vez en 2006).
Un cesto de pan y un plato de caracoles se dejaron caer en una esquina
de una mesa en la parte de atrás de Le Duc, el restaurante dónde Stewart
y yo nos reunimos para conversar a la hora del almuerzo. Había escogido
el sitio, una institución Parisina con el pescado más fresco de la
ciudad, porque pensé que la clientela sería demasiada presumida y de
edad avanzada para saber o que les importara que Bella Swan se
encontrara en medio. (También, estuve soñando sobre los finos
langostinos de Le Duc bañados en ajo y mantequilla.) Pero ninguno de
nosotros se esperaba que el camarero nos ofreciera unos caracoles, y
ninguno de nosotros tampoco, como ocurrió, era un aficionado. Stewart me
dio una mirada hastiada: “Tú primero.” Confesé. “Estoy un poco asustada. Tu?” Se levantó para la ocasión. “Siento que tengo que ir por ello. Me siento mal educada al no hacerlo,” dijo.
Llevaba sus vaqueros, un top negro de tirantes, y una hermosa cazadora
de cuero negra de Balenciaga, pero yo diría que era más como Lady Sybil
de Downtown Abbey frente a mi, con costumbres muy atentas. Un largo
trago de vino blanco, un poco de pan, y Stewart se tragó el primer
caracol.
Y al final. “Bastante bueno.” declaró. “Sin embargo no quiero comer un plato lleno de ellos.” Me reí. A lo largo de nuestras conversaciones para este artículo, había algo tan entrañable, tan humano, sobre su combinación de valentía, bondad, auto-preservación, auto-afirmación, y fuerzas renovadas para encontrar sus esperanzas. Por supuesto, su idealismo y contarnos como ve eso —los voraces, comedores de mierda hambrientos malditos! – podría ser simplemente producto de su juventud. Podría crecer siendo otra narcisista, pero mi sensación es que este no es el caso.”
Y al final. “Bastante bueno.” declaró. “Sin embargo no quiero comer un plato lleno de ellos.” Me reí. A lo largo de nuestras conversaciones para este artículo, había algo tan entrañable, tan humano, sobre su combinación de valentía, bondad, auto-preservación, auto-afirmación, y fuerzas renovadas para encontrar sus esperanzas. Por supuesto, su idealismo y contarnos como ve eso —los voraces, comedores de mierda hambrientos malditos! – podría ser simplemente producto de su juventud. Podría crecer siendo otra narcisista, pero mi sensación es que este no es el caso.”
[Traduciendo]
#memoryrefresher: Kristen Stewart en @Armani Privé SS12 para la edición de Vanity Fair de julio.
Un pequeño primavera Couture de Givenchy nunca daña a nadie. #KristenStewart #VanityFairJULY
Yo lo identifique hace unos meses - #memoryrefresher: Kristen Stewart en la ES12 Dior de alta costura para la revista Vanity Fair, julio de 2012.
Fuente: http://www.vanityfair.com/ via https://twitter.com/epnebelle & https://twitter.com/#!/Alice_InTwiLand
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Via KStewartFans
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Via y Fuente Traducción artículo y Frases y Look de Kristen LaSagaRobsten
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