EL GLAMOUR DE LA VIEJA EUROPA EN CANNES
Mi odisea comenzó con el rumor de
que la película “Cosmopolis” podía ser incluida en el Festival de Cine
de Cannes en el mes de febrero.
Me arme de valor e intente inscribirme para solicitar acreditaciones. Me deprimí al leer los requisitos para obtenerlas.
Yo ya sabía que era un Festival exclusivamente para los integrantes de la industria del cine, pero yo quería estar allí.
Debía decidir en que ámbito de
los diferentes apartados haría mi solicitud ya que eso sería
determinante para la accesibilidad o no a los eventos que quería ver.
Evidentemente la mayor garantía me la daba si la presentaba como
periodista, pero eso me excluía del Théâtre Lumière ya que la invitación
es personal y los periodistas solo acceden si el aforo lo permite.
Adjunte toda la documentación requerida y espere la respuesta.
Mientras tanto se había
confirmado la inclusión de Cosmopolis en el apartado de competición y la
asistencia de David Cronenberg y Robert Pattinson…
Perdidas las esperanzas, cada día
revisaba mi e-mail, pero la tan ansiada confirmación no llegaba y en su
página mi expediente constaba como en tramitación.
Mi alegría se desbordo con la confirmación. En mi casa me tomaron por loca.
Con la ilusión renovada busque
avión y hotel. Otro problema era buscar ropa de etiqueta, pero cada cosa
a su tiempo. Sufrí para encontrar vuelo y ya me veía conduciendo un
montón de kilómetros y llegar hecha unos zorros, pero logre encontrar
pasaje aunque en horario intempestivo.
Elegí el hotel Majestic por su
cercanía con las instalaciones del Festival, en ese momento no sabía que
me proporcionaría una ventaja adicional.
24-mayo
Embarque en Barcelona rumbo a
Niza. En hora y cuarto llegaba, busque un taxi y después de veinte
minutos entraba por la avenida La Croisette. Estaba aterrada.
Toda la ciudad desprende un aire
burbujeante de fascinación. El suave sol sobre La Costa Azul le da un
brillo especial donde la brisa se desliza por tu piel con sabor a mar
embrujado.
La avenida La Coisette llena de
vallas con multitud de gente a ambos lados de la calle. El tráfico es
muy lento hasta llegar al hotel. Hotel a la antigua usanza europea en su
estructura majestuosa, con unas instalaciones de primera, incluyendo un
embarcadero, con lanchas que actúan de lanzadera entre el hotel y el
recinto del festival.
Acudí a recoger las ansiadas
credenciales y la bolsa con toda la información del festival. Busque un
lugar donde sentarme y examinar todos los documentos. Allí estaba todo,
horarios de los eventos, porque puerta acceder, planos, DVDs con los
trailers, conexiones… Como no, también me encontré con conocidos de los
medios españoles, gracias a ellos me moví por el recinto con comodidad
ya que ellos ya lo conocían de años anteriores. Me pase toda la mañana
conociendo el lugar acabando agotada, pero satisfecha, había logrado ver
a Nicole Kidman hablando con Antonio Banderas.
Al dirigirme al restaurante para
comer estaba lleno de periodistas, gracias a la invitación de mis
conocidos me pude sentar en su mesa. La cual tuve que abandonar si
quería llegar a tiempo de ver a Robert en la entrevista para “Le Grande
Journal”
En un plató al aire libre
cubierto por una de las numerosas carpas vi una escena divertida Robert y
Sarah haciéndose fotos a distancia el uno al otro. Robert iba vestido
con camisa de cuadritos minúsculos blancos y negros con las mangas
arremangadas, camiseta blanca de cuello en pico y pantalón vaquero negro
y sus deportivas.
Primer impacto, ha recuperado su
esbelta silueta, el pelo le ha crecido y con ese color que utilizo para
las regrabaciones de Amanecer, su mirada me volvió a embrujar.
Entrevista divertida donde se hablo de sus calcetines. Me dio la impresión de ser muy cauteloso con Sarah Gadon.
Esa misma noche lo vi en el Club
Silencio rodeado del grupo que siempre lo acompaña. Reconocí a Dean,
Nick, Stephanie y Tom. Este club es el más exclusivo de Cannes. Debo
decir que yo pude estar allí gracias a uno de mis amigos, él si estaba
invitado, lo que yo no sabía es que estaría Robert. Mi amigo al
observarme como lo miraba disimuladamente me ofreció varias
informaciones y me enseño mi invitación para el Théâtre Lumière. Me puse
a llorar.
25- mayo
El photo call estaba programado
para las 11 A.M., pero Robert llego a las 10:15. En la sesión estaban
Sarah Gadon, Davis Cronenbeg, Emily Hampshire y Paul Giamatti. Robert
parecía falto de sueño, estuvo bebiendo café toda la mañana. Su look era
más formal con un traje azul tinta de algodón y lino de dos botones
aderezado con zapatos de Salvatore Ferradamo, camisa blanca con rayas
minúsculas azules, camiseta blanca de cuello en pico, además no faltaban
sus inseparables gafas G.P. 1 de Oliver Peoples. Las dos actrices
coincidieron en el color del vestido, rojo.
Es ensordecedor el griterío de los periodistas, parecen fans en vez de profesionales.
Robert apenas ha tenido tiempo de
firmar autógrafos a los fans que están situados detrás de unas vallas
altas. Debo explicar que los fans están situados a gran distancia del
recinto y solo ven pasar los coches. Solo los que están frente a la
Alfombre roja tienen oportunidad de ver algo.
Mientras se realizan las fotos se
pude notar la gran complicidad entre Robert y David. Conforme pasan los
escasos 15 minutos de posado, se va notando como David es protector con
Robert.
Son dirigidos hacía la entrevista
donde David elogia a Robert y la gran comunicación que tienen entre si.
Ellos dos son los que responden casi todas las preguntas. Robert sigue
bebiendo café.
A continuación van a la sala de
la conferencia de prensa. Aquí es donde más se nota el cambio de Robert.
Parece el protegido de David, lo trata como un padre orgulloso de su
hijo. Se les nota la admiración mutua.
Me impresiono como enamora en las
distancias cortas. Sus primero planos delante y detrás de la cámara te
deja abrumada. Su simpatía y humor esconden su timidez, pero además
demuestra tener una mente privilegiada con una estructura de pensamiento
muy definida. Sabe perfectamente lo que quiere y como lograrlo. Las
cámaras lo captaron desplegando todo su carisma que te deja
hiperventilando y suspirando avergonzada, mirando alrededor por si
alguien se ha dado cuenta.
En poco tiempo Robert ha madurado
muchísimo, es mucho más reflexivo al hablar en público. Su seguridad ha
aumentado, sabe sortear las preguntas comprometidas con una sonrisa
sincera y un comentario evasivo, pero educado.
Después de cuarenta y cinco minutos dan por finalizada la conferencia.
Ha llegado la hora tan esperada: Alfombra Roja.
La gente se agolpa y en medio de
un griterío jubiloso baja Robert del coche saludando a sus fans que
aguantaban la persistente llovizna de una tarde-noche poco agradable al
haber descendido la temperatura. Su compañera Kristen ha desfilado
minutos antes enfundada en un vestido rojo de infarto de la colección
Pre-Fall-2012 de Reem Acra acompañada por Tom Sturridge.
El atractivo de Robert sube
muchos puntos con el esmoquin negro con solapa de satén contrastado,
camisa de seda blanca, zapatos de cordones negros y como no, todo de
Gucci aderezado con pajarita de satén. Aun resalta más su elegancia y
esbeltez con su estatura, esta perfecto. No hay que olvidar que en la
premier de On the Road llevaba un esmoquin de Dior, con corbata de seda.
Se reúne con el elenco de la
película y conecta instantáneamente con Juliette Binoche, mostrándose
simpático, hablando continuamente con ella y con David. Su talante es
desenfadado, pero super correcto, incluso ayuda a Juliette a subir las
largas escaleras.
Durante la proyección de la película Robert parecía estar más pendiente de Kristen que de la propia proyección.
Al finalizar la película irrumpe
un clamor popular de aplausos que se alarga durante unos diez minutos.
Robert parecía abrumado y contento, sin saber que hacer salvo sonreír y
comentar con David. El Thèâtre Lumière es testigo del abrazo entre
Robert y Kristen.
Es uno de los mejores trabajos de
Cronenberg. Una película exigente y densa, imposible de desentrañar con
un único visionado. Es turbadora, enigmática, hermosa e imperfecta, esa
es su virtud. El trabajo de Robert en ella es impecable. Ha
interiorizado el personaje de Eric a la perfección.
Los pasillos del Palais están
extrañamente silenciosos parece como si hubiera acabado la competición
con una única ganadora “Cosmopolis” y un único ganador Robert.
El after party se celebro en
“Carlton cinema Club” en la zona Beach a las 21:00, en ella Kristen
había cambiado su espectacular vestido por un mini short negro, camiseta
blanca con dibujos, chaqueta roja de piel de la colección de
Balenciaga, el mismo modelo que ya ha lucido en negro, y sus
inseparables deportivas. Conservaba su peinado y maquillaje.
26-mayo
Sorpresa: Los nombres de parte del elenco de Cosmopolis aun estaban en las listas del día. Robert con unas entrevistas.
Salí volando, mejor dicho
navegando para poder localizar desde donde se hacían las entrevistas. Me
asombre, al verlo en la terraza del hotel J.W. Marriott posando. Por
poco mi impaciencia me juega una mala pasada y desembarco antes de
tiempo, con mis zapatos en la mano y corriendo por el embarcadero como
una loca, me acerque y sentándome lo estuve observando parapetada detrás
de mis gafas.
Por la tarde quedaba el estreno
de “Mud” con la presencia de Reese Witherspoon, Robert volvió a aparecer
en la alfombra roja con esmoquin y corbata. Volvió a sentarse en la
misma fila que ocupo el día del estreno “On the road”. Mostrándose
distante con Reese.
Resumiendo, el encanto y el
glamour de la vieja Europa triunfo una vez más. Se ha demostrado que los
franceses saben como vender una imagen de ilusión, sugestión, emoción,
sensualidad, y poder por la cantidad de gente famosa convocada en
Cannes. Demostró ser el festival más importante de Europa por su poder
de convocatoria a todos los niveles. Con una organización aparentemente
caótica, pero acertada.
Mención aparte merece Robert.
Supo estar a la altura en todo momento, no cometió errores. Cautivo con
su carisma a toda persona con la que se cruzo. A mi me volvió a seducir
su encanto personal y como no sus increíbles ojos azules, creo que
seguiré suspirando cada vez que vea La Costa Azul y recuerde esos ojos
del mismo color.
Aprovechando la proximidad con
Mónaco me traslade a ver las carreras de Formula 1 en la mañana de este
soleado domingo, que acabo pasado por agua desluciendo la Alfombra roja
de la ceremonia de clausura del festival.
Una pequeña curiosidad: Los dos
hoteles donde estaban alojados no se permite fumar en sus instalaciones
¿Dónde fumaban esta entrañable parejita?...
KDEKRIZIA
Via LaSagaRobsten
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