viernes, 6 de julio de 2012

Reportaje de una chica de Forks que estuvo en Cannes 2012


EL GLAMOUR DE LA VIEJA EUROPA EN CANNES


Mi odisea comenzó con el rumor de que la película “Cosmopolis” podía ser incluida en el Festival de Cine de Cannes en el mes de febrero.

Me arme de valor e intente inscribirme para solicitar acreditaciones. Me deprimí al leer los requisitos para obtenerlas.

Yo ya sabía que era un Festival exclusivamente para los integrantes de la industria del cine, pero yo quería estar allí.

Debía decidir en que ámbito de los diferentes apartados haría mi solicitud ya que eso sería determinante para la accesibilidad o no a los eventos que quería ver. Evidentemente la mayor garantía me la daba si la presentaba como periodista, pero eso me excluía del Théâtre Lumière ya que la invitación es personal y los periodistas solo acceden si el aforo lo permite.

Adjunte toda la documentación requerida y espere la respuesta.

Mientras tanto se había confirmado la inclusión de Cosmopolis en el apartado de competición y la asistencia de David Cronenberg y Robert Pattinson…

Perdidas las esperanzas, cada día revisaba mi e-mail, pero la tan ansiada confirmación no llegaba y en su página mi expediente constaba como en tramitación.

Mi alegría se desbordo con la confirmación. En mi casa me tomaron por loca.

Con la ilusión renovada busque avión y hotel. Otro problema era buscar ropa de etiqueta, pero cada cosa a su tiempo. Sufrí para encontrar vuelo y ya me veía conduciendo un montón de kilómetros y llegar hecha unos zorros, pero logre encontrar pasaje aunque en horario intempestivo.

Elegí el hotel Majestic por su cercanía con las instalaciones del Festival, en ese momento no sabía que me proporcionaría una ventaja adicional.

24-mayo

Embarque en Barcelona rumbo a Niza. En hora y cuarto llegaba, busque un taxi y después de veinte minutos entraba por la avenida La Croisette. Estaba aterrada.

Toda la ciudad desprende un aire burbujeante de fascinación. El suave sol sobre La Costa Azul le da un brillo especial donde la brisa se desliza por tu piel con sabor a mar embrujado.

La avenida La Coisette llena de vallas con multitud de gente a ambos lados de la calle. El tráfico es muy lento hasta llegar al hotel. Hotel a la antigua usanza europea en su estructura majestuosa, con unas instalaciones de primera, incluyendo un embarcadero, con lanchas que actúan de lanzadera entre el hotel y el recinto del festival.

Acudí a recoger las ansiadas credenciales y la bolsa con toda la información del festival. Busque un lugar donde sentarme y examinar todos los documentos. Allí estaba todo, horarios de los eventos, porque puerta acceder, planos, DVDs con los trailers, conexiones… Como no, también me encontré con conocidos de los medios españoles, gracias a ellos me moví por el recinto con comodidad ya que ellos ya lo conocían de años anteriores. Me pase toda la mañana conociendo el lugar acabando agotada, pero satisfecha, había logrado ver a Nicole Kidman hablando con Antonio Banderas.

Al dirigirme al restaurante para comer estaba lleno de periodistas, gracias a la invitación de mis conocidos me pude sentar en su mesa. La cual tuve que abandonar si quería llegar a tiempo de ver a Robert en la entrevista para “Le Grande Journal”

En un plató al aire libre cubierto por una de las numerosas carpas vi una escena divertida Robert y Sarah haciéndose fotos a distancia el uno al otro. Robert iba vestido con camisa de cuadritos minúsculos blancos y negros con las mangas arremangadas, camiseta blanca de cuello en pico y pantalón vaquero negro y sus deportivas.

Primer impacto, ha recuperado su esbelta silueta, el pelo le ha crecido y con ese color que utilizo para las regrabaciones de Amanecer, su mirada me volvió a embrujar.

Entrevista divertida donde se hablo de sus calcetines. Me dio la impresión de ser muy cauteloso con Sarah Gadon.

Esa misma noche lo vi en el Club Silencio rodeado del grupo que siempre lo acompaña. Reconocí a Dean, Nick, Stephanie y Tom. Este club es el más exclusivo de Cannes. Debo decir que yo pude estar allí gracias a uno de mis amigos, él si estaba invitado, lo que yo no sabía es que estaría Robert. Mi amigo al observarme como lo miraba disimuladamente me ofreció varias informaciones y me enseño mi invitación para el Théâtre Lumière. Me puse a llorar.

25- mayo

El photo call estaba programado para las 11 A.M., pero Robert llego a las 10:15. En la sesión estaban Sarah Gadon, Davis Cronenbeg, Emily Hampshire y Paul Giamatti. Robert parecía falto de sueño, estuvo bebiendo café toda la mañana. Su look era más formal con un traje azul tinta de algodón y lino de dos botones aderezado con zapatos de Salvatore Ferradamo, camisa blanca con rayas minúsculas azules, camiseta blanca de cuello en pico, además no faltaban sus inseparables gafas G.P. 1 de Oliver Peoples. Las dos actrices coincidieron en el color del vestido, rojo.

Es ensordecedor el griterío de los periodistas, parecen fans en vez de profesionales.

Robert apenas ha tenido tiempo de firmar autógrafos a los fans que están situados detrás de unas vallas altas. Debo explicar que los fans están situados a gran distancia del recinto y solo ven pasar los coches. Solo los que están frente a la Alfombre roja tienen oportunidad de ver algo.

Mientras se realizan las fotos se pude notar la gran complicidad entre Robert y David. Conforme pasan los escasos 15 minutos de posado, se va notando como David es protector con Robert.

Son dirigidos hacía la entrevista donde David elogia a Robert y la gran comunicación que tienen entre si. Ellos dos son los que responden casi todas las preguntas. Robert sigue bebiendo café.

A continuación van a la sala de la conferencia de prensa. Aquí es donde más se nota el cambio de Robert. Parece el protegido de David, lo trata como un padre orgulloso de su hijo. Se les nota la admiración mutua.

Me impresiono como enamora en las distancias cortas. Sus primero planos delante y detrás de la cámara te deja abrumada. Su simpatía y humor esconden su timidez, pero además demuestra tener una mente privilegiada con una estructura de pensamiento muy definida. Sabe perfectamente lo que quiere y como lograrlo. Las cámaras lo captaron desplegando todo su carisma que te deja hiperventilando y suspirando avergonzada, mirando alrededor por si alguien se ha dado cuenta.

En poco tiempo Robert ha madurado muchísimo, es mucho más reflexivo al hablar en público. Su seguridad ha aumentado, sabe sortear las preguntas comprometidas con una sonrisa sincera y un comentario evasivo, pero educado.

Después de cuarenta y cinco minutos dan por finalizada la conferencia.

Ha llegado la hora tan esperada: Alfombra Roja.

La gente se agolpa y en medio de un griterío jubiloso baja Robert del coche saludando a sus fans que aguantaban la persistente llovizna de una tarde-noche poco agradable al haber descendido la temperatura. Su compañera Kristen ha desfilado minutos antes enfundada en un vestido rojo de infarto de la colección Pre-Fall-2012 de Reem Acra acompañada por Tom Sturridge.

El atractivo de Robert sube muchos puntos con el esmoquin negro con solapa de satén contrastado, camisa de seda blanca, zapatos de cordones negros y como no, todo de Gucci aderezado con pajarita de satén. Aun resalta más su elegancia y esbeltez con su estatura, esta perfecto. No hay que olvidar que en la premier de On the Road llevaba un esmoquin de Dior, con corbata de seda.

Se reúne con el elenco de la película y conecta instantáneamente con Juliette Binoche, mostrándose simpático, hablando continuamente con ella y con David. Su talante es desenfadado, pero super correcto, incluso ayuda a Juliette a subir las largas escaleras.

Durante la proyección de la película Robert parecía estar más pendiente de Kristen que de la propia proyección.

Al finalizar la película irrumpe un clamor popular de aplausos que se alarga durante unos diez minutos. Robert parecía abrumado y contento, sin saber que hacer salvo sonreír y comentar con David. El Thèâtre Lumière es testigo del abrazo entre Robert y Kristen.

Es uno de los mejores trabajos de Cronenberg. Una película exigente y densa, imposible de desentrañar con un único visionado. Es turbadora, enigmática, hermosa e imperfecta, esa es su virtud. El trabajo de Robert en ella es impecable. Ha interiorizado el personaje de Eric a la perfección.

Los pasillos del Palais están extrañamente silenciosos parece como si hubiera acabado la competición con una única ganadora “Cosmopolis” y un único ganador Robert.

El after party se celebro en “Carlton cinema Club” en la zona Beach a las 21:00, en ella Kristen había cambiado su espectacular vestido por un mini short negro, camiseta blanca con dibujos, chaqueta roja de piel de la colección de Balenciaga, el mismo modelo que ya ha lucido en negro, y sus inseparables deportivas. Conservaba su peinado y maquillaje.

26-mayo

Sorpresa: Los nombres de parte del elenco de Cosmopolis aun estaban en las listas del día. Robert con unas entrevistas.

Salí volando, mejor dicho navegando para poder localizar desde donde se hacían las entrevistas. Me asombre, al verlo en la terraza del hotel J.W. Marriott posando. Por poco mi impaciencia me juega una mala pasada y desembarco antes de tiempo, con mis zapatos en la mano y corriendo por el embarcadero como una loca, me acerque y sentándome lo estuve observando parapetada detrás de mis gafas.

Por la tarde quedaba el estreno de “Mud” con la presencia de Reese Witherspoon, Robert volvió a aparecer en la alfombra roja con esmoquin y corbata. Volvió a sentarse en la misma fila que ocupo el día del estreno “On the road”. Mostrándose distante con Reese.

Resumiendo, el encanto y el glamour de la vieja Europa triunfo una vez más. Se ha demostrado que los franceses saben como vender una imagen de ilusión, sugestión, emoción, sensualidad, y poder por la cantidad de gente famosa convocada en Cannes. Demostró ser el festival más importante de Europa por su poder de convocatoria a todos los niveles. Con una organización aparentemente caótica, pero acertada.

Mención aparte merece Robert. Supo estar a la altura en todo momento, no cometió errores. Cautivo con su carisma a toda persona con la que se cruzo. A mi me volvió a seducir su encanto personal y como no sus increíbles ojos azules, creo que seguiré suspirando cada vez que vea La Costa Azul y recuerde esos ojos del mismo color.

Aprovechando la proximidad con Mónaco me traslade a ver las carreras de Formula 1 en la mañana de este soleado domingo, que acabo pasado por agua desluciendo la Alfombra roja de la ceremonia de clausura del festival.

Una pequeña curiosidad: Los dos hoteles donde estaban alojados no se permite fumar en sus instalaciones ¿Dónde fumaban esta entrañable parejita?...

KDEKRIZIA

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