Hay veces que no apetece pensar mucho en los accesorios. Hay veces, que no apetece tentar romper fronteras con el look, sino seguir mas con lo tradicional .
Hay veces - la mayoría de las veces - apetece quedar apenas por la
fórmula femenina que funciona, un vestido bonito y un peinado sencillo.
Aquel modelo casual en la cual nos habituamos a ver a las heroínas de
los años 50, como Grace Kelly o Audrey Hepburn. Aquella por
la cual, mas que apreciar, aprendemos a regirnos siempre que
la indecisión ataca. Aquella que es la imagen de marcas minimistas
requintado en siluetas normales y materiales nobles,
que pertenecen al imaginario femenino y que fue inmortalizado por el
cine de la época y re-utilizado por designers a lo largo de los años.
Y si esa fórmula llega atualizada al siglo XXI por los largos
cabellos medio rubios de Ashley Greene y pinceladas doradas sobre un
vestido negro Michael Kors, con unos pumps clásicos Giuseppe Zanotti, la voluntad de decir “hay veces…” puede bien pasar a ser un modo permanente.
Fuente: Vogue
Via: Twilight Portugal
Via y Traducción: DTwilight
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