Los clientes de hotel son olvidadizos. En el pasado nos hacíamos eco
de algunos de los objetos más extraños que los usuarios pueden llegar a
dejarse en una habitación: desde un bebé a las llaves de un Ferrari,
pasando por una urna de cenizas o un vestido de novia. Sin embargo,
junto a estos objetos “extravagantes”, hay algunos otros de uso mucho
más común, como cargadores de móviles, neceseres o libros.
En esta ocasión, la cadena de hoteles económicos Travelodge, que
cuenta con más de 500 establecimientos en Reino Unido, Francia y España,
se ha centrado en los libros, publicando un ranking de las obras más
olvidadas por sus clientes a lo largo del último año. La lista la
encabezan las trilogías, con Cincuenta sombras,
de E.L. James, un auténtico fenómeno de literatura erótica que arrasa
en todo el mundo. En la segunda posición se sitúa la saga Millennium,
de Stieg Larsson que, siete años después de su lanzamiento, continúa
manteniéndose entre las preferencias de los lectores. Y, en tercer
lugar, encontramos Los juegos del hambre, de la escritora norteamericana Suzanne Collins.
Sin pretender ahondar en tendencias, Travelodge destaca que por primera vez el ranking anual de libros olvidados en las habitaciones de hotel no
lo coronan ejemplares de autoayuda o novelas románticas, sino obras de
fantasía, intriga, suspense y erotismo. Esta circunstancia lleva a la
cadena a pensar que en la actualidad sus clientes parecen optar por la
evasión, más que por la realidad.
Por obras, el título número uno del top ten corresponde a la primera obra de la trilogía de E.L. James, Cincuenta sombras de Grey, seguida de Los hombres que no amaban las mujeres y La reina en el palacio de las corrientes de aire, primer y segundo libro de la saga Millennium. A continuación se sitúan Cincuenta sombras liberadas, también de E.L. James, Los Juegos del Hambre, de Suzanne Collins, y La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina, del autor sueco. La lista la cierran Cincuenta sombras más oscuras, de E.L. James, En llamas y Sinsajo, ambas de Suzanne Collins y The Help, de Kathryn Stockett.
El éxito de las obras de E.L. James se refleja en el hecho que, según
el personal de la cadena, cuenta con un lector transversal, que iría
desde el ejecutivo hasta el joven que viaja por placer, y en los siete
mil ejemplares de la autora recogidos en habitaciones de sus hoteles
sólo en el Reino Unido.
Los libros olvidados en los establecimientos de Travelodge, que en
esta ocasión se acercan a la nada despreciable cifra de 22.000
ejemplares, se donan a la fundación Cancer Research UK.
Via DiarioTwilight
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