Los grupos a cappella –música popular cantada a coro sin orquesta– se
han puesto otra vez de moda con la teleserie Glee y ahora invaden el
cine con Pitch Perfect, una comedia musical con actrices mejores que el
guión, empujando cuesta arriba un argumento un poquito achantado.
A la ficticia Universidad de Barden llega de novata Beca (Anna
Kendrick), a quien no le gusta mucho cantar a cappella, porque el estilo
le parece algo anticuado. Pero no hay quien se oponga a Aubrey (Anna
Camp), que insiste en el triunfo de las Barden Bellas, menospreciadas
junto al conjunto masculino de The Treblemakers.
La Kendrick empuja para introducir ritmos más modernos en el
repertorio de las Bellas, pero la perjudica su conato de romance con
Jesse (Skylar Astin), solista de los Treblemakers. Chloe (Brittany Snow)
no aprueba relaciones entre los dos grupos musicales de la misma
universidad.
Todos son muy melodiosos y simpáticos, pero el filme se lo roba la
comediante australiana Rebel Wilson, que ya acaparó atención
en Bridesmaids y aquí es la persistente gordita que se pone de nombrete
Fat Amy antes de que se adelanten las otras.
Con números como Since U Been Gone y Bright Lights , Big City, claro
que pasa lo usual en estosshows: el disco es mejor que la película, pero
a Pitch Perfect no le hace falta ser perfecta. •
Via DiarioTwilight
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