Le llaman porno de mamás o “cliteratura”. Pero ni la autora de 50 sombras de Grey, E.L. James, ni los estudios Universal que preparan la adaptación al cine de esta trilogía erótica que ha vendido ya más de 60 millones de ejemplares en todo el mundo están dispuestos a hacer una película porno de la novela. Y menos que otros la hagan como es el caso de los estudios Smash Pictures y su Fifty Shades of Grey: A XXX Adaptation. En una denuncia conjunta presentada esta semana, Universal y James solicitan que se retire el filme porno del mercado además de daños y perjuicios y cualquier tipo de beneficio producido por una cinta que según la demanda utiliza diálogos, personajes y situaciones calcadas del libro. Todo esto mientras la esperada adaptación de 50 sombras de Grey toma forma entre secretos y rumores.
Quizá no son 50 los candidatos a interpretar el papel de Grey en esta historia escrita desde el punto de vista de una mujer, la virginal Anastasia Steel, quien a los 22 años comienza una relación sadomasoquista con el billonario que da nombre al primer libro, pero el número de nombres en el ruedo va en aumento. En primera posición está Ryan Gosling, cuyo trabajo en The Notebook, Blue Valentine y Drive deja clara su capacidad para el romance y el sexo en la pantalla. Pero por muy comentado que sea su nombre para el papel de Christian Grey, el empresario igualmente repugnante y cautivador, tiene en este momento las mismas posibilidades que Justin Bieber quien a pesar de la diferencia de edad y la falta de conocimiento cinematográfico es de los pocos que ha confesado públicamente que le quieren en la película (aunque sin especificar para qué). Los demás, o no saben o no contestan.
“Ni he leído el libro ni el leído el guión”, dijo tajante en la última Comic Con de San Diego (EEUU) el actor Alexander Skarsgård, más conocido como el vampiro Erik de True Blood y otro de los nombres más comentados de salida. Channing Tatum, Ian Somerhalder (Perdidos), incluso el cantante Chris Brown (censurado por su agresión a la también cantante Rihanna) o el actor porno James Deen son otros de los nombres que se suman a una lista donde también figuran Jonathan Rhys Meyer, Chris Pine, Christian Bale, Tom Hardy, Hayden Christensen, Joshua Bowman, Matt Boomer, Bradley Cooper y, por supuesto, Robert Pattison.
La lista de posibles Anastasias es igual de larga empezando por Kristen Stewart (quien junto con Pattison sería una ironía dado que 50 sombras de Grey nace al calor neovampiro de la saga Crepúsculo pero sin elementos sobrenaturales) y donde se suman Lauren Watson, Emilia Clarke, Amada Seyfried, Lucy Hale, Alexis Bledel, Elizabeth Olsen, Mila Kunis o Emma Watson quien durante el pasado Festival de Toronto copió su respuesta a Skarsgård añadiendo eso de que “en cualquier caso siempre es agradable que te tengan en cuenta”. Aquí Shailene Woodley, tras su trabajo en Los descendientes, es quien lleva ventaja, esta vez gracias a E.L. James a quien se le escapó que la actriz es su favorita.
Claro que como recogió velas la escritora esta semana, cuando la revista The Hollywood Reporter la seleccionó entre los 5 autores más poderosos del momento, lista que encabeza Stephen King, lo que ha aprendido en este tiempo de súbito éxito es “a tener cuidado” con lo que dice porque puede tomarse de forma equivocada o “fuera de contexto”.
En menos de un año James ha conseguido crear un furor que a otras sagas como Crepúsculo les tomó cuatro libros y tres años. Y amasar unos 50 millones de dólares para su autora además de esos 5 millones de dólares por los que quedaron sellados los derechos para llevar la novela a la pantalla. El concepto, en palabras de Hollywood, es hacer una película mitad Nueve Semanas y Media y mitad La red social aunque los productores de esta última, Michael de Luca y Dana Brunetti, ahora productores de 50 sombras de Grey prefieren referirse al proyecto como una historia de “primeros amores”.
Un tema sobre el que Kelly Marcel, guionista de la fallecida serie Terra Nova y de la futura biografía del autor de Mary Poppins, centrará su trabajo mientras autores como Salman Rushdie critican de forma tajante esta nueva forma literaria que “hace de Crepúsculo un Guerra y Paz”.
Hollywood no escucha estos comentarios sino el clamor de un público hasta ahora desatendido en los cines como es el de las mujeres por encima de los 35 años. Además la industria es consciente de que acabadas sagas millonarias como la de Harry Potter o Crepúsculo y con Los juegos del hambre ya próxima a estrenar su segunda entrega hay que buscar un relevo que siga llenando los cines. Sin embargo James cita dos películas de arte y ensayo más que de gran público como Lost in Translation y El pianista como ejemplos de lo que le gustaría hacer con su trilogía en cine y razones por las que aceptó trabajar con Universal y su división independiente, Focus.
De ahí que sin que tampoco exista un director asignado al proyecto (sobre el que James tiene la última palabra lo mismo que en el reparto) se habla de nombres como David Cronenberg aunque una vez más aquí existe un favorito en la figura de Ang Lee con James Schamus, su guionista en películas de gran carga erótica como Tormenta de hielo o Caution, Lust y, sobre todo, más importante, copresidente de Focus Features, productores de la saga.
Fuente: elpais / Vía: DiarioTwilight
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