Hoy se estrena en EE UU ‘Not Fade Away’, el esperadísimo debut cinematográfico del creador de ‘Los Soprano’. Una historia casi autobiográfica sobre una banda de rock de New Jersey en los 60.
Preestrenada en octubre en el New York Film Festival del Lincoln Center, Not Fade Away probablemente no sea la película que esperabas del tipo que nos hizo volver a creer en la televisión. Precisamente, su principal problema es que parece que a David Chase le pesa su pasado televisivo, quiere contar demasiado y casi ves los cortes de posibles capítulos en la película. A pesar de todo, este debut cinematográfico es una pequeña joya musical que tarde o temprano encontrará su sitio… y mientras, ahí está James ‘Tony’ Gandolfini para volver a atraparte.
1. ‘It’s only rock and roll but I like it’: El título no es una casualidad. Not Fade Away es la canción que supuestamente compuso Buddy Holly y que los Rolling Stones interpretaron por primera vez en 1964. Precisamente el año en el que arranca la película de David Chase. El año de la ‘Invasión británica’, cuando los Beatles, los Rolling, los Animals o los Kinks cambiaron a toda una generación. Cuando Douglas (John Magaro), el protagonista les ve por primera vez en la tele en una actuación en el Hollywood Palace y decide ser músico: dejarse el pelo largo y empezar a usar tacones cubanos. “Dos cosas hemos inventado los americanos –dice la voz en off, hermana del protagonista y narradora, al final–: las bombas nucleares y el rock & roll. ¿Cuál perdurará?”.
David Chase y su supervisor musical, Steve Van Zandt, mítico guitarrista de la E Street Band y el glorioso tío Silvio, lo tienen claro: los 60 para la música son como el Renacimiento. Y a pesar del escaso presupuesto que le suponemos al filme (por el que no habrán podido meter todas las canciones de los Rolling que ellos habrían querido), la selección musical hecha por Van Zandt es lo mejor de la película. Incluso ha escrito una canción: The St. Valentine’s Day Massacre.
2. Conocer a David Chase: “Quería hacer una película para todos los que hemos querido ser una estrella del rock”, dijo David Chase en el New York Film Festival. Él, como su protagonista, lo intentó desde un garaje en un suburbio de New Jersey tocando la batería en un grupo. Nunca llegó a salir de aquel garaje, como les pasa en la película, pero los sentimientos y sensaciones que tuvo en aquella época (las chicas, la ropa, la relación con su padre…), y que luego compartió con su gran amigo, Steve Van Zandt, es todo lo que vemos ahora en Not Fade Away. Quizá esa pasión casi juvenil con la que ha querido contar ahora todos sus recuerdos es lo que le ha impedido ver qué era lo importante en la película. Toda su vida adolescente está ahí. Pero como es la vida de David DeCesare, nuestro querido David Chase, nos gusta.
3. Volver a New Jersey con James Gandolfini: Cuando creías que tendrías que volver a empezar (una vez más) Los Soprano, David Chase nos da otra oportunidad de ver a Gandolfini en camiseta interior y bata en un suburbio de New Jersey. Aunque esta vez sea un trabajador honrado es igual de cabezón, rudo, comilón y gran padre de famiglia. “Su personaje es bastante parecido a mi padre –dice David Chase de Pat–, pero Tony Soprano también tenía elementos de mi padre”. Hasta al propio Gandolfini le recordaba a su padre y lo ha hecho como un homenaje a él. Una de las subtramas más interesantes de la película es la relación padre-hijo, cómo pasan del odio y el grito a la complicidad en una escena comiéndose un gran steak. Puro Soprano. El otro guiño a la serie es que la madre (Molly Price) es una quejica y pesimista ama de casa, intentando dominar a su marido, tal y como era Livia, la odiosa/maravillosa madre de Tony.
4. No es sólo otra película nostálgica: que también lo es y mucho. David Chase no ha podido remediar dejar su mensaje: “Ya no se hace música como en aquella época, ni se vive el rock and roll como entonces”. Es la historia de su vida, lo decíamos arriba, pero también es la historia de cómo la música cambió la historia. Es la historia de una banda que nunca llegó a ser, porque lo que importa es el viaje, de adolescente perdido a adulto. El miedo a ser ese padre en calzoncillos o esa madre con rulos.
5. Bella Heathcote: el descubrimiento de la película si no te habías fijado en ella en Sombras tenebrosas, de Tim Burton, o como casi todos los que no somos australianos no veías Neighbours. Pero después de Not Fade Away ya no le quitarás el ojo. Es la novia del más ambicioso de la banda, Douglas, la Penny Lane de Not Fade Away, pero menos alocada, estudia en Nueva York, y toma las decisiones de su vida y de la de él. Una amante del cine que tiene que explicarle a Douglas los silencios en Blow-Up. Quizá lo que más cueste en la película sea imaginarla en ese árido y feo New Jersey. Cuando aparece se come a cada uno de los miembros de la banda. Los pobres.
Fuente :cinemania Vía: DiarioTwilight
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