No imaginan mi emocion al ver esta revista en el Aeropuerto de Monterrey el miercoles pasado!! Le tome fotos a la revista porque no tengo escanner por ahora, y les pongo el articulo aunque he quitado las partes que hablan del escandalo porque la verdad me molesta leer esa parte…bueno…lo he editado..si lo quieren completo diganme y lo pongo todo . Cita como la fuente, a DiarioTwilight por favor!
Desde que se estrenó “Twilight”, la pareja del vampiro y la estudiante se convirtió en la favorita de los adolescentes. La clave de esto no era que las jovencitas se identificaran con Bella, una joven seria, reservada y de una familia disfuncional que llega a vivir con su padre a un “pueblo quieto”, sino porque todas quisieran ser lo que ella representa: la mujer a la que Edward Cullen, un vampiro de una atípica familia acaudalada, protege, ama, desea y procura.
Edward Cullen es el hombre del que, seas fanática o no de la saga, toda mujer mataría por tener.
Un hombre guapo que lucha contra los deseos sexuales y carnales humanos con el fin de cuidar y amar a Bella. Actualmente, es uno de los íconos, si no es que EL ícono del hombre perfecto.
El problema de este rompimiento –que durante una semana ha sido una de las noticias más leídas en los medios alrededor del mundo– radica en que este romance traspasó las fronteras de la realidad y la ficción, pues Robert Pattinson no es un vampiro que brilla con el sol y Kristen no es Bella, una estudiante virginal que lucha por convertirse en vampira para estar a lado de su amado eternamente.
¿Qué mujer –adolescente o no– no se emocionó aunque sea un poco cuando él le afirma que no la hará vampiro (o suya) hasta que se convierta en su esposa? Acto seguido, le pide matrimonio con violines de fondo –a cargo de Alexandre Desplat– en medio del bosque. Perfección en su esplendor para el corazón adolescente. Pero, ¿quién le es infiel al hombre perfecto?
El hombre perfecto, ¿no es suficiente?
En 2010, Robert fue nombrado por la revista TIME como una de las 100 Personas más Influyentes en el Mundo y Forbes lo declaró uno de las celebridades más poderosas. Todo por solamente ser Edward Cullen.
Y aunque Rob no sea Edward, para los seguidores de la saga el hombre con el corazón roto actualmente es Cullen, no el británico actor.
La razón por la que Cullen es el hombre por las que todas morirían (o hasta matarían) se reduce a una simple y sencilla razón que va más allá de su linda cara: es vampiro.
Para una mujer resulta sumamente atractivo un chupasangre, pues representa lo prohibido, la cúspide de la libido y la sexualidad.
Es una figura elegante, por lo tanto siempre adinerada. Edward resalta en la universidad por su ropa casual pero impecable, con el toque del cabello alborotado, lleva carros lujosos a la escuela de un pueblo y su piel brilla como un diamante cuando se expone al sol.
Pero esa figura tradicional de atracción y pasión entre un vampiro y su amada cambió con esta saga; Edward es el hombre más protector y bondadoso que cualquiera pudiera conocer, sin quitarle la mínima cantidad de sexualidad que caracteriza a los vampiros.
Tiene ese pícaro encanto con el que la saga supo convertirlo en el hombre perfecto y en una de las franquicias comerciales más vendidas.
Además, está el factor “cara”. El actor es guapo y es la principal característica por la que sus seguidoras lo idolatran. A ojo de criterio común, es galán.
Pero el mercado está enfocado en el personaje y las fanáticas están de luto por la infidelidad hacia el actor, mezclando la realidad con la ficción. Se dice mucho que es el hombre perfecto , pero no es más que otro actor que rompió con su compañera actriz, ambos en sus 20s.
Una relación que jamás se aceptó públicamente, que pendía del escepticismo al confundirse con publicidad de la saga.
Una típica pareja abrumada por los reflectores, que vivía en Malibú cuando no se encontraban rodando partes de “Twilight” o películas cada uno por su lado.
Este es el ejemplo claro de que la “perfección” abruma, no existe y que un hombre maduro, director de cine, casado (igual de prohibido que un vampiro) también resulta tentador y atractivo.
Amor inalcanzable
Que la pareja sensación termine con un escándalo mundial, no solo opacó el divorcio de Katie Holmes y Tom Cruise, también bajó del pedestal la idea de amor verdadero.
Los medios de comunicación (sobre todo en Internet) se han encargado de bombardear a cada minuto con las actualizaciones de este rompimiento. Entre las últimas noticias están que Rob abandonó la casa que compartían, que se siente “humillado” y que el affair entre Kristen y Rupert Sanders comenzó desde el año pasado y, como era de esperarse, miles de sitios dedicados a la pareja de la ficción fueron cerrados a causa de la infidelidad.
Incluso RuPaul, conocida drag queen, se montó en Twitter a la discusión al insinuar que ambos –Kristen y Robert– son gay y que todo se trató de un stunt publicitario.
Por otro lado, hay quienes sugieren que el lanzamiento de la última parte de la saga, “Breaking Dawn Part II”, en noviembre próximo, peligra.
Como era de esperarse, las redes enloquecieron y jugaron un papel fundamental desde que se destapó la noticia de la infidelidad. Cabe destacar que la mezcla entre realidad y ficción aquí está en su clímax, pues hasta en los reclamos y posts en blogs, las seguidoras revuelven los nombres de los actores con los personajes y la trama con las noticias reales. Hasta Lady Gaga opinó en Twitter sobre la tristeza de que este cuento de hadas terminara.
¿La más afectada?
¿Quién es el (o la) más afectado en esta polémica? No es Kristen, ni Rob, mucho menos Rupert Sanders… sino –al parecer– la saga. Y en menor medida Jacob Black (Taylor Lautner), el “hombre lobo” quien está un tanto olvidado de este triángulo amoroso que traspasa las pantallas.
También hay un factor que juega un papel clave, el escepticismo. Esto podría ser una ficha más en el ajedrez de la publicidad, pues las jovencitas que en 2008 se alborotaron con el vampiro, ahora son cuatro años mayor y el fin de la saga peligra por la audiencia (no digo que tenga menos seguidoras, pero si que el furor es menor).
Esta estrategia puede haber empezado desde los rumores del noviazgo en la vida real (nunca se aceptó fuera de los reflectores) y en la tradicional decadencia de una saga, solo las intrínsecas fans siguen al pie del cañón, en efecto, las que son verdaderas aficionadas y apasionadas de esta historia no mezclaron la vida real y siguen con la emoción de la primera entrega, a la espera de noviembre para ver el final.
Pero, ¿por qué podría ser mera publicidad? Para empezar, con Hollywood, como en la política y el amor, se puede esperar cualquier cosa.
Además, es lógico que cuando finaliza una saga, el furor venga en picada. Se le agrega que ambos actores (Stewart y Pattinson) hicieron otras películas durante estos cuatro años, que no les quitaron la etiqueta de ser las estrellas de “Twilight”, pero sí les comenzaron a dar reconocimiento por otro lado, a él con “Agua para elefantes” (2011) y a ella, con “Blancanieves y el cazador” (2012).
Fuente: DiarioTwilight
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